Cómo saber si se tiene el metabolismo acelerado o rápido es algo útil, tanto para cualquier persona como para un entrenador personal que busca dar consejos e información a sus clientes.
El metabolismo es el conjunto de procesos por los cuales nuestro organismo consigue y utiliza la energía necesaria para funcionar.
Saber cómo funciona y qué factores lo aceleran o lo ralentizan es importante para cualquier persona que busque mejorar su salud, su composición corporal o su condición física.
En el ámbito deportivo, un metabolismo acelerado no solo ayuda a optimizar el gasto energético, sino que también favorece la capacidad de entrenar más y mejor.
Un cuerpo que gestiona rápido la energía es más eficiente ante los estímulos de fuerza y resistencia.
Para cualquier entrenador personal, entender el metabolismo permitirá dar información y orientar con pautas adaptadas a las necesidades reales de los clientes.
En este artículo vamos a ver qué es el metabolismo acelerado, qué síntomas tiene, cuándo es bueno o no tener un metabolismo rápido, y cómo acelerarlo de manera segura a través de ejercicio, dieta y estilo de vida.
Qué es metabolismo
El metabolismo es el conjunto de reacciones químicas que hacen que se mantenga la vida en un organismo.
Son los procesos por los que el cuerpo consigue energía de los alimentos, la transforma, la almacena o la utiliza para funciones necesarias como respirar, regular la temperatura, movernos, reparar tejidos o hacer que funcionen los órganos.
Podemos decir que el metabolismo es un sistema dinámico que dice cuánta energía necesita el cuerpo para funcionar cada día.
Dentro del concepto de metabolismo tenemos dos parámetros importantes: el metabolismo basal (MB) y el metabolismo total (MT).
- El metabolismo basal es la energía mínima que necesita el cuerpo en reposo absoluto para mantener sus funciones vitales. Es decir, lo que gasta sin hacer nada.
- El metabolismo total es el gasto basal junto a todo lo que gastamos haciendo actividad física, digestión, termorregulación y acciones del día a día.
El metabolismo también se divide en catabolismo y anabolismo.
- El catabolismo es el proceso de descomposición de moléculas grandes como grasas o glucógeno para conseguir energía.
- El anabolismo es la construcción de estructuras, como el aumento de masa muscular o la reparación de tejidos.
Los dos procesos están constantemente y su equilibrio marca el estado metabólico de cada persona.
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¿Qué es tener el metabolismo acelerado?
Cuando habla de tener un metabolismo rápido, estamos diciendo que hay un aumento del gasto energético.
Es decir, el cuerpo quema más calorías para sus funciones habituales.
Esto puede ser bueno para mejorar la composición corporal y el rendimiento deportivo, siempre que se haga de forma saludable.
Son varios los factores que afectan a la velocidad del metabolismo.
- La masa muscular: El músculo es un tejido metabólicamente activo y gasta energía hasta en reposo.
- Las hormonas: Hormonas como las tiroideas, la insulina, el cortisol y las catecolaminas, también tienen un papel importante en la regulación metabólica.
- Genética: La genética afecta a una parte del ritmo metabólico, aunque los hábitos pueden modificarlo bastante.
- La temperatura ambiental y corporal: estos factores afectan a la termogénesis. El cuerpo gasta energía para mantener el calor.
- La alimentación: Nuestra dieta afecta al metabolismo través de la termogénesis inducida por los alimentos y del equilibrio entre macronutrientes.
Síntomas de un metabolismo acelerado
Un metabolismo acelerado se distingue por un aumento del gasto energético del organismo, lo que quiere decir que el cuerpo utiliza más calorías para sus funciones básicas y para hacer actividades del día a día.
Este estado de metabolismo acelerado puede crear signos fisiológicos que, en muchos casos, son normales y saludables, pero que en otros pueden indicar un problema que necesita evaluación por parte de un médico.
Entre los principales síntomas de un metabolismo acelerado sano tenemos:
- El aumento de la energía diaria, mayor sensación de calor en el cuerpo, digestiones más rápidas y bajada progresiva del porcentaje de grasa corporal cuando se siguen hábitos adecuados.
- Mayor apetito y hambre, ya que el cuerpo pide más calorías para mantener el gasto energético elevado.
En personas físicamente activas o con buena masa muscular, estas señales suelen llevar a adaptaciones positivas al entrenamiento, sobre todo al trabajo de fuerza y actividades aeróbicas de intensidad moderada o alta.
Sin embargo, hay que saber que estos signos normales de un metabolismo acelerado podrían indicar que está acelerado por problemas de salud.
Va a haber casos donde el organismo puede aumentar su actividad metabólica por cuestiones hormonales o problemas del sistema tiroideo.
Entre las señales que nos deben llamar la atención que pueden indicar un metabolismo muy rápido, pero aún dentro de lo normal, tenemos:
- Aumento del gasto calórico
- Aumento ligero de la temperatura corporal
- Necesidad de mayor ingesta de calorías
- Sudar con facilidad
- Una sensación general de activación
Estos indicadores suelen aparecer de forma progresiva y se relacionan con el estilo de vida, el entrenamiento y la composición corporal.
Por otro lado, va a haber casos donde se va a necesitar valoración médica, ya que podrían estar en relación con problemas hormonales o del metabolismo.
Son las siguientes:
- Pérdida de peso rápida sin buscarla
- Taquicardia prolongada
- Ansiedad marcada sin causa aparente
- Intolerancia extrema al calor
- Temblores finos
- Dificultad para ganar masa muscular a pesar de entrenar correctamente
- Cambios notables en el ritmo intestinal
Estos síntomas pueden aparecer en casos de hipertiroidismo u otros problemas, y deben ser revisados por un médico.
Cuando conviene tener el metabolismo acelerado
Tener un metabolismo acelerado o rápido nos puede interesar en algunas situaciones dentro del ámbito del deporte y la mejora de la composición corporal.
Sin embargo, no siempre va a ser conveniente.
En algunos casos, un metabolismo muy rápido puede estar relacionado con estrés, falta de nutrientes o problemas hormonales que afectan al buen estado de salud.
Vamos a ver cuando conviene tener el metabolismo acelerado, y cuando no.
Metabolismo acelerado positivo
En prácticas deportivas de alto rendimiento, un metabolismo acelerado favorece la capacidad de utilizar energía de forma eficiente y rápida.
Las personas con un metabolismo rápido suelen recuperarse mejor, aguantan mayores volúmenes de entrenamiento y mantiene una composición corporal más estable.
La mayor disponibilidad de energía ayuda a mejorar la potencia, la fuerza y la resistencia, importantes en actividades tanto anaeróbicas como aeróbicas.
Si hablamos del control de peso, un metabolismo acelerado hace más rápida la pérdida de grasa corporal, ya que el organismo gasta más energía en reposo.
Esto puede ayudar cuando se busca bajar peso, siempre siguiendo una alimentación adecuada.
La mejora de la composición corporal es otro punto dónde un metabolismo activo es interesante.
Cuando aumentamos la masa muscular mediante entrenamiento de fuerza, el gasto energético también aumenta, y esto favorece un entorno fisiológico más eficiente para mantener o ganar músculo y reducir grasa.
Metabolismo acelerado perjudicial
Como hemos dicho antes, un metabolismo acelerado no siempre es bueno.
Si hay un déficit nutricional, el cuerpo puede aumentar su gasto sin que aportemos suficiente energía o micronutrientes.
Esto puede llevarnos a fatiga, pérdida de masa muscular, bajada del rendimiento deportivo y alteraciones en el sistema inmunitario.
El estrés crónico también puede aumentar el metabolismo a causa de un incremento de hormonas como el cortisol.
Aunque pueda parecer algo bueno, suele ir acompañado de cansancio, más tiempo para recuperarse, problemas del sueño y cambios en el apetito.
A largo plazo, este tipo de “aceleración” no es sostenible ni adecuada.
Por último, un metabolismo muy rápido puede deberse a problemas hormonales de origen tiroideo.
En estos casos pueden aparecer síntomas como pérdida de peso involuntaria, taquicardia o intolerancia al calor como ya hemos dicho.
Si se observa este tipo de señales, es importante recomendar siempre la valoración de un médico.
Cómo acelerar el metabolismo
Acelerar el metabolismo de forma adecuada va a requerir combinar entrenamiento, nutrición y hábitos de vida que favorezcan un mayor gasto energético sin generar estrés excesivo en el organismo.
El objetivo es buscar un entorno donde el cuerpo utilice la energía de manera eficiente a lo largo del tiempo.
Entrenamiento de fuerza
El entrenamiento de fuerza es una de las formas más eficaces para acelerar el metabolismo, sobre todo por su acción en la masa muscular.
El músculo es un tejido metabólicamente activo que, como hemos dicho, necesita energía incluso en reposo, por lo que aumentar su cantidad aumenta el metabolismo basal.
Además, el trabajo de fuerza estimula los procesos anabólicos, favoreciendo la construcción de masa muscular y la reparación de fibras.
A nivel fisiológico, se activan distintos sistemas energéticos, dependiendo de la intensidad y duración de las series.
- El sistema de fosfágenos (el de la creatina) predomina en esfuerzos cortos y muy intensos.
- El glucolítico en series medias.
- El oxidativo puede actuar en entrenamientos de mayor volumen.
Esta variedad ayuda a un gasto energético alto tanto durante la sesión como en las horas después.
Entrenamiento aeróbico
El entrenamiento aeróbico, y en especial cuando se combina con intervalos, eleva el gasto calórico y favorece el EPOC (consumo excesivo de oxígeno post-ejercicio), que hace que se tenga elevado el metabolismo después de haber entrenado.
Los intervalos de alta intensidad (HIIT o MIIT) crean un EPOC más alto que el trabajo continuo, aunque los dos métodos son válidos.
Entrenar a intervalos supone alternar fases intensas con recuperaciones, haciendo que aumente la demanda de energía y mejora la capacidad cardiovascular.
A medio y largo plazo, los dos métodos mejoran la eficiencia metabólica, aumentan la capacidad aeróbica y ayudan a mantener un gasto energético alto, hasta en actividades del día a día.
Nutrición para acelerar el metabolismo
La alimentación tiene un papel directo en el metabolismo a través de la termogénesis de los alimentos, que es el gasto energético que hace falta para digerirlos.
Las proteínas son las que más energía necesitan y, además, son necesarias para mantener y aumentar la masa muscular.
Una adecuada distribución de comidas puede ayudar a mantener niveles de energía estables, aunque no hay evidencia sólida de que comer muchas veces al día acelere el metabolismo por sí mismo.
La hidratación es importante, ya que el estado de deshidratación puede reducir la eficiencia metabólica.
Los micronutrientes como el yodo, el hierro o el selenio actúan en procesos hormonales y metabólicos, y se debe incluir alimentos ricos en ellos que puedan favorecer el rendimiento del metabolismo.
Estilo de vida y factores hormonales
Factores como el sueño son importantes.
Dormir poco afecta al equilibrio hormonal, perjudica a la recuperación y reduce la capacidad metabólica.
El estrés crónico eleva el cortisol, lo que puede alterar el metabolismo y la regulación del apetito.
La temperatura corporal influye en la termogénesis, y estar en un ambiente ligeramente frío puede aumentar el gasto energético.
Por último, la actividad NEAT (todos los movimientos no asociados al ejercicio, como comprar, limpiar la casa…) puede suponer una gran diferencia en el gasto calórico entre personas, siendo uno de los factores más variables y efectivos.
Estos elementos combinados nos van a permitir acelerar el metabolismo de manera adecuada.
Beneficios del metabolismo acelerado
Un metabolismo acelerado va a tener beneficios en el ámbito deportivo, tanto para fuerza como para deportes aeróbicos.
Metabolismo acelerado en deportes de fuerza
En actividades centradas en la fuerza, como el powerlifting o la musculación, un metabolismo elevado ayuda a una mejor recuperación.
Al hacer sesiones intensas, el cuerpo necesita energía extra para reparar fibras musculares, reponer sustratos energéticos y volver al equilibrio hormonal.
Cuando el metabolismo es rápido, estos procesos se hacen de forma más eficiente, lo que permite entrenar con mayor frecuencia y mantener una mejor calidad de trabajo.
Además, un metabolismo rápido lleva a una mayor capacidad de hipertrofia, ya que se mueven mejor los nutrientes hacia el tejido muscular y estimula los procesos anabólicos.
Esta combinación aumenta la síntesis proteica y ayuda al desarrollo de masa magra, algo importante para los que buscan fuerza, potencia y estabilidad articular.
Otro beneficio del metabolismo acelerado en deportes de fuerza es el control de la grasa.
Al aumentar el gasto energético diario, el metabolismo ayuda a que los niveles de grasa sean bajos, mejorando la relación peso-fuerza y reduciendo la carga sobre las articulaciones.
Metabolismo acelerado en deportes aeróbicos
En actividades aeróbicas como el running, ciclismo o natación, un metabolismo rápido mejora la eficiencia energética, haciendo que se pueda utilizar mejor los sustratos de energía (grasas y carbohidratos) en esfuerzos prolongados.
Esto se traduce en un rendimiento más estable, menor sensación de fatiga y mayor velocidad de recuperación entre sesiones.
También mejora la tolerancia al volumen de entrenamiento, ya que el cuerpo puede gestionar de forma más eficiente el estrés fisiológico.
Los deportistas con un metabolismo acelerado suelen poder hacer entrenamientos más largos y frecuentes sin sobrecarga o fatiga acumulada.
Metabolismo acelerado para prevenir lesiones y salud metabólica
Un metabolismo rápido ayuda a la prevención de lesiones, al mejorar la calidad del tejido muscular, la densidad ósea y la capacidad de recuperación.
Además, favorece una mejor regulación de la glucosa, un perfil hormonal más estable y un funcionamiento cardiovascular más eficiente, todo necesario para una buena salud metabólica.
